OBSERVADOR FISCAL

martes, 7 de octubre de 2008

Origen de la Crisis financiera en Estados Unidos y su impacto en Mexico


Origen de la crisis financiera en Estados Unidos de America y su impacto en México, (que hacer como empresa).





Creo que todos hemos escuchado hablar (y mucho) en los últimos meses de la crisis financiera mundial, y en especial en Estados Unidos.



El origen de la crisis financiera se da por el enorme crecimiento durante esta década del crédito hipotecario en Estados Unidos, que impulsó un formidable incremento de los valores inmobiliarios, creando así un círculo vicioso: a más crédito, mayores precios, y precios más altos permitían obtener más crédito hipotecario, a tal punto que miles de propiedades registran más de una hipoteca.



Se dice también que la causa de la expansión fueron las muy bajas tasas de interés que estableció la Reserva Federal luego de los atentados de 2001. Claro está que bajas tasas de interés, como todo precio bajo, impulsa la demanda y así ocurrió; pero se omite decir que por el lado de la oferta hubo un enorme incremento del crédito y un otorgamiento poco responsable por parte de los bancos y otras entidades financieras.


Ello originó la primera señal del problema el año pasado: cuando comenzó la suba de las tasas de interés y dejó de aumentar o bajaron los valores inmobiliarios, y miles de deudores dejaron de pagar sus créditos. Esto es, la famosa crisis de las llamadas hipotecas subprime o de baja calidad.


Un ejemplo para ayudar a entender algo del asunto: los bancos comerciales -muchos especializados en créditos hipotecarios para vivienda- que daban esos créditos, “empaquetaban” esas hipotecas y se las vendían a bancos o fondos de inversión, que a su vez creaban otros instrumentos financieros para mercados ávidos de encontrar formas de ganar dinero rápidamente sin medir los riesgos.


Adviértase que quien originó la hipoteca, sin mayor cuidado, ha quedado desvinculado del problema, que le pasó a otros, y por eso son los bancos de inversión y los fondos de inversión, fueron los afectados.



Es decir; los principales bancos de inversión empezaron a comprar las deudas hipotecarias, en medio de un boom cuando los pequeños bancos otorgaron créditos hipotecarios sin evaluar la capacidad de pago de los deudores, entre ellos la población de menores ingresos en los Estados Unidos, este negocio se fue multiplicando bajo la expectativa del crecimiento de la demanda de un mayor número de vivienda, los especuladores esperaron a que los precios de las viviendas se multiplicaran exponencialmente y con ello obtener ganancias especulativas en el corto plazo, este era el negocio redondo que se esperaba.


En pocas palabras, los pequeños bancos estadounidenses vendieron la deuda a los bancos de inversión para que a la vez éstos especularan en el mercado financiero con estos papeles, los precios de las deudas hipotecarias en el corto plazo se multiplicaron y los bancos obtuvieron grandes ganancias en el corto plazo, el negocio fue rentable por todos lados, pero un nuevo fenómeno apareció en la economía mundial: el aumento de los precios de los alimentos, materias primas y principalmente del petróleo.


El aumento en los costos de producción en la economía estadounidense inmediatamente se hizo sentir afectando directamente a la industria de la construcción y golpeando los ingresos de la población más pobre que había sido beneficiada de los créditos hipotecarios, muy pronto este sector dejó de pagar sus hipotecas afectando directamente los rendimientos especulativos de los papeles hipotecarios.


Miles de deudores hipotecarios perdieron sus casas ante su insolvencia de pago de sus deudas, hay que precisar que parte de esa solvencia se debe al aumento de las tasas de interés, lo que incrementó enormente las mensualidades de las hipotecas.


Los bancos de inversión dueños de las hipotecas en el corto tiempo concentraron miles de casas desocupadas sin encontrarle colocación inmediatamente, lo que condujo a que sus precios en el mercado inmobiliario se derrumbaran, entonces los precios de las hipotecas incluyendo las ganancias cayeron de forma vertical y por lo tanto se desencadenó la mayor crisis financiera ya calificada hasta ahora en los Estados Unidos.


Todos los inversionistas que compraron acciones de los bancos de inversión en pocos días perdieron fortunas acumuladas en los últimos diez años. De esta manera el sistema de pago en los Estados Unidos ha entrado en un riesgo permanente, lo que explica en parte la inversión de miles de millones de dólares que ha inyectado la Reserva Federal de los Estados Unidos a la economía, sin embargo eso no ha sido suficiente para detener la crisis y cada vez más en el gobierno estadounidense de Bush tendrá que inyectarle mayores recursos para evitar la quiebra generalizada del sistema de pago, lo que prácticamente pondría en bancarrota las finanzas de la economía estadounidense.


Por eso, más allá de las consecuencias inmediatas que tenga esta gran crisis, lo cierto es que nada se podrá remediar a mediano y largo plazo si no se adoptan decisiones políticas de reforma tanto o más importantes que la crisis en sí. De lo que estamos viviendo no se sale con meros parches. Se sale con un cambio estructural, profundo y permanente del sistema financiero mundial.


Muchos analistas advierten que el sistema financiero estadounidense tendrá una reestructuración inevitable, tomando en cuenta los hechos ocurridos.


Lo peor del caso es que los contribuyentes serán los mayormente perjudicados ante esta situación.



Por desgracia, los efectos de la recesión no sólo se quedan en Estados Unidos. En el caso de México, los fantasmas de una crisis nos acechan y las proyecciones económicas no son nada alentadoras. Nuevamente hemos sido testigos de nuestra dependencia del ciclo económico estadounidense, y se ha hecho poco para solucionarlo.


La recesión en Estados Unidos impactará la inversión extranjera y el crecimiento del PIB en México. El efecto dominó de la crisis financiera de Estados Unidos impactará, sin duda, a las economías más fuertes a nivel mundial.



El día de hoy 7 de octubre, al cierre de esta publicación estos son los indicadores financieros.









Como podrán apreciar la caida en las bolsas, el incremento en los tipos de cambio, el alza en precios de la gasolina, la baja en el precio del barril de petroleo; provocarán que se ajuste al programa económico planteado para 2009.




Las empresas ante cualquier crisis deberán considerar, entre otras acciones:

1.Tener muy claro cuales son sus metas y objetivos a alcanzar;

2.Realizar un diagnostico de su situación actual, análisis FODA;

3.Establecer programas y presupuesto y cumplirlos a estrictamente;

4.No descuidar su productos claves y desechar aquellos que representen gastos;

5.Tomar medidas como posponer gastos e inversiones que no sean esenciales;

6.Contar con un plan estratégico que contemple medidas de contigencia ante un escenario negativo con el fin de que la empresa nunca improvise o tome medidas precipitadas;

7.Cuidar el flujo de caja y liquidar en tiempo y lo más rapido todos sus pasivos;

8. Revisar los procesos para eleminar aquellos que sean costosos e inutiles;

9.Ser más eficientes y efectivos;

10.Aprovechar las oportunidades de mercados contraidos, es decir productos y servicios destinados a consumidores de pocos recursos;

11.Buscar la calidad de los productos y servicios que se ofrecen;

12.Buscar la fidelidad de nuestros clientes.





Fuente de indicadores: El fianciero. com


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