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jueves, 30 de julio de 2009

EL PIB CAERA ENTRE 6.5% y 7.5% DE ACUERDO AL BANCO DE MEXICO


De acuerdo con el informe de inflación de abril a junio de 2009 el Banco de México señala que el crecimiento para 2009, del PIB registre una contracción de entre 6.5 y 7.5 por ciento a tasa anual.


Conviene destacar que la caída esperada para el año en su conjunto es menor que la contracción que la economía habrá registrado durante el primer semestre. Esto es, se estima que en el segundo semestre de 2009 la actividad productiva muestre contracciones anuales menos pronunciadas que lo observado en la primera mitad del año. Por su parte, tomando en cuenta la expectativa de una recuperación de la economía de Estados Unidos en 2010 y los efectos de ese entorno sobre la economía nacional, se estima que el PIB podría crecer entre 2.5 y 3.5 por ciento anual en ese año.


En el caso del Empleo al cierre de 2009, se espera que el número de trabajadores asegurados en el IMSS presente un descenso anual de entre 635 mil y 735 mil personas. Por su parte, reflejando el mayor dinamismo esperado de la economía en 2010, se estima una recuperación de entre 200 y 300 mil empleos en el sector formal de la economía en ese año.



En la Cuenta Corriente se proyectan déficit de la cuenta corriente de 1.5 y 1.7 por ciento del PIB en 2009 y 2010, respectivamente.


Las perspectivas relativas al crecimiento de la economía mexicana para el resto de 2009 y para 2010 resumidas anteriormente toman en consideración la expectativa de una gradual recuperación de la economía estadounidense a partir de la segunda mitad de 2009. Asimismo, dichas perspectivas consideran que, en el tercer trimestre del presente año, es previsible se disipen los choques temporales que habían conducido a una mayor caída de la actividad productiva en el segundo trimestre.


Lo anterior sugiere que la economía mexicana podría empezar a registrar un cambio de tendencia en sus niveles de actividad a partir del tercer trimestre de 2009. En particular, la reactivación de la demanda externa implícita en el escenario descrito no únicamente se traduciría en mayores niveles de actividad del sector de bienes comerciables, sino que también podría conducir a una mayor demanda de diversos servicios, impulsándose de esa manera una
gradual recuperación de los sectores productores de bienes no comerciables.


No obstante lo anterior, es importante señalar que el escenario previsto para la actividad económica continúa enfrentando riesgos a la baja, entre los que destacan:


a) El escenario planteado descansa de manera fundamental en el supuesto de que, en el segundo semestre de 2009, el entorno económico mundial en general, y el de Estados Unidos en particular, presentarán una mejoría. En caso de que la recesión global se prolongue, o de que las condiciones financieras en los mercados internacionales vuelvan a mostrar un deterioro significativo, el crecimiento esperado para la economía mexicana podría revisarse a la baja.


b) Aún existe incertidumbre en cuanto a las consecuencias que podría tener la situación que actualmente atraviesan las principales empresas automotrices de Estados Unidos sobre los niveles de actividad de la industria automotriz mexicana.

c) Finalmente, una posible consecuencia de la crisis financiera que se vivió durante el ciclo actual es que el crecimiento potencial de Estados Unidos podría verse afectado, lo cual a su vez pudiese llegar a incidir en el potencial de crecimiento de México.


Inflación: como se anticipó en el Informe sobre la Inflación Enero- Marzo 2009, el promedio trimestral de la inflación general anual continuó exhibiendo una tendencia descendente en el segundo trimestre. No obstante, debe señalarse que el ajuste a la baja en la inflación general, dada la magnitud en la contracción de la actividad productiva, ha sido relativamente moderado.

Como ya se mencionó previamente, si bien lo anterior obedece, en parte, al cambio que se ha observado en el precio relativo de las mercancías respecto del de los servicios a raíz de la depreciación cambiaria, debe destacarse que la inflación subyacente de servicios ha venido disminuyendo de manera importante. En particular, se observó una desaceleración significativa de la tasa de crecimiento de los precios de los servicios turísticos en paquete, del transporte aéreo y de los servicios de alimentación en general durante el trimestre.


Por lo que toca a las mercancías, se estima que el impacto del ajuste cambiario ya haya sido traspasado en su mayor parte a los precios al consumidor de éstas. Así, en la medida en que el tipo de cambio y los precios de las materias primas en los mercados internacionales se mantengan estables, es de esperarse un punto de inflexión en la inflación subyacente del grupo del resto de mercancías. Ello, junto con la reducción que se ha comenzado a observar en el grupo de alimentos procesados en el subíndice subyacente de mercancías, contribuiría a que la reducción en la inflación general se haga más evidente en los siguientes trimestres.


En cuanto al componente no subyacente del INPC, se espera que éste presente menores tasas de inflación en la medida en que se mantenga la actual política de precios administrados y no ocurran choques de oferta de consideración en los mercados agropecuarios.

Con base en lo anterior, se estima que la trayectoria prevista para la inflación general durante los siguientes ocho trimestres permanezca sin cambio respecto de la dada a conocer en el Informe sobre la Inflación anterior. En este sentido, se espera que la inflación general continúe con su evolución descendente, para converger a la meta de 3 por ciento a finales de 2010



Fuente: Banco de México

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