¿Será a caso el principio del fin de los excesos de los sindicatos?

Si un grupo de obreros se asocian, se organizan, se registran en las oficinas del gobierno y toman decisiones de carácter obligatorio para la minoría, se dice que están formando un sindicato. El discurso siempre es el mismo: “para defender los intereses de los trabajadores”.

Pero qué sucedio en el organismo decentralizado de LyFC; qué a caso la poca disciplina, voluntad de trabajo, proactividad, liderazgo, dispendio, desatención de las obligaciones del personal sindical llevarón a la extinción de su fuente de trabajo.

A que extremo la autoridad federal considera que es mucho más económico desaparecer LyFC que continuar con ella.

Lo anterior pone en tela de jucio y a reflexión lo que puede ser el principio de la extinción de aquellos sindicatos que no apoyan a su empresas a crecer y que solo crean costos para el país y para los contribuyentes.

Como se podrá observar el gobierno federal utilizó todas las debilidades del sindicato para poner fin a una empresa que representaba más costos que beneficios. En pocas palabras exhibió la bancarrota de la misma para desaparecerla.

Dentro de los puntos por los cuales LyFC tenía que cerrar se distingue lo señalado en el Decreto publicado en el DOF del pasado 11 de octubre de 2009, que se señala:

1.-Que desde su creación, que LyFC no ha cesado de recibir transferencias presupuestarias cuantiosas, las cuales lejos de disminuir se han visto incrementadas en los últimos años; basta señalar que del 2001 al 2008, tales transferencias se incrementaron en más de doscientos por ciento y que para el presente ejercicio dichas transferencias serán del orden de 41,945 millones de pesos; de continuar el mismo comportamiento, se estima que podrían alcanzar un total de 300 mil millones de pesos durante la presente administración;

2.-Que los costos de Luz y Fuerza del Centro casi duplican a sus ingresos por ventas; de 2003 a 2008 registró ingresos por ventas de 235,738 millones de pesos, mientras que sus costos fueron de $433,290 millones de pesos (incluyendo energía comprada a la Comisión Federal de Electricidad);

3.-Que el organismo registra un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos, de los cuales solamente 80 mil millones corresponden a trabajadores en activo y 160 mil millones al personal jubilado;

4.-Que el porcentaje de pérdidas totales de energía de Luz y Fuerza del Centro es excesivo y superior en casi tres veces al que presenta la Comisión Federal de Electricidad. A junio de 2009 Luz y Fuerza del Centro perdió el 30.6% de energía, en tanto que dicha Comisión perdió el 10.9%; casi ninguna empresa eléctrica en el mundo registra el porcentaje de pérdidas que presenta Luz y Fuerza del Centro,

5.-En 2008 Luz y Fuerza del Centro perdió 32.5% de la energía que compra y genera para vender. El valor estimado de estas pérdidas totales ascendió a casi 25 mil millones de pesos, lo que representa el 52% de los ingresos totales por ventas del organismo, y

6.-Que a diciembre de 2008, Luz y Fuerza del Centro no atendió diversas solicitudes de prestación de servicio que, en su conjunto, representan el doble de la demanda en Acapulco. La falta o insuficiencia de suministro de energía eléctrica es un factor importante que puede inhibir la decisión para realizar inversiones por lo que esta situación no es sostenible;

7.-Entre otros problemas;

Por todo lo expuesto la autoridad concluyó que no sólo no se ha logrado alcanzar la autosuficiencia financiera de Luz y Fuerza del Centro, sino que el organismo descentralizado subsiste por las transferencias que hace el Gobierno Federal para mantenerlo.

Se comprueba que el organismo es ineficienciente operativa y financiera por lo que se debe extinguir.

Estas acciones, como ya hemos señalado pueden ser el principio para revisar aquellos sindicatos que no contribuyen al cecimiento y desarrollo de las empresas y del país.

Al final del día los mexicano queremos empresas privadas y publicas que nos brinden servicios eficientes y que no nos cuesten, que sean autosufincientes.